domingo, 27 de abril de 2014

Tarta 3 chocolates





Hace unos años se puso de moda esta deliciosa tarta y recuerdo que la hice unas Navidades; para ser la primera vez no quedo del todo mal, solo que a la hora de trocearla resultó un poco desastre, se desmoronó, se pegó al cuchillo, y con la paleta al servirla descubrí que quizá me hubiera gustado estudiar albañilería.

Por lo menos aprendí una cosa que espero que os sirva cuando hagáis este tipo de tartas o mousses; Cuando cortéis y sirváis cada porción es útil tener una jarrita con agua caliente e introducir en ella el cuchillo y paleta cada vez que sirváis una porción. Este truco evitara que el chocolate se adhiera al cuchillo y hará que la tarta quede más presentable.

Si disponéis de la divina Thermomix lo tenéis muy fácil, yo tengo una cosa parecida pero no es lo mismo.
No es lo mismo...es distinto, que cantaba  Alejandro Sanz.


 Mi Termomix

Esto os vale para mantener el café caliente si sois muchos, para tomaros un cafecillo caliente, pero para poco más.
Así que toca coger la cuchara y remover la cazuela.
Empezaremos por los ingredientes:



150 gr de chocolate negro, 150 gr de chocolate con leche, 150 gr de chocolate blanco, 250 gr de azúcar, 1 litro de nata, 1/2 litro de leche, 3 sobres de cuajada, perlitas de chocolate para decorar


Si ponéis atención en los ingredientes os daréis cuenta de que no va a resultar nada ligera, por lo que deberíamos servirnos una porción pequeña y darnos ya por satisfechos aunque no todos lo consiguen, sobre todo, si os encanta el chocolate como a esta señorita


Si a pesar de todo os animáis a hacerla, podéis seguir leyendo.

Lo primero de todo batiremos la nata junto con la leche y el azúcar y lo iremos repartiendo en tres porciones de medio litro cada una.



Pondremos una porción de medio litro de la mezcla a calentar en un cazo junto con el chocolate negro troceado reservando previamente un vaso de dicha mezcla donde echaremos el sobre de cuajada y revolveremos bien para añadir al chocolate en el momento en que esté casi derretido.









Manteniendo el fuego suave añadiremos el vaso de la mezcla con cuajada y continuaremos removiendo poco a poco con la cuchara para que no se pegue. Cuando el chocolate este totalmente derretido subiremos un poco el fuego, para que se cuaje, pero sin dejar hervir demasiado, es decir, si es necesario retiraremos el cazo del fuego o lo bajaremos al minimo, con esto evitaremos que el chocolate se pegue o alcance demasiada temperatura. Deberemos tener paciencia ya que tratar de hacerlo demasiado rápido puede quemar el chocolate.

Cuando obtengamos la textura adecuada, que será cuando veamos que alcanza una consistencia suave y sedosa lo retiraremos y volcaremos en el molde, yo utilicé uno de silicona, aunque creo que el más práctico para este tipo de tarta es el desmontable, yo desgraciadamente, no lo tengo en perfecto estado, no ajusta como al principio y no quise correr riesgos innecesarios.





Debajo puse una bandeja con asas para hacerme más fácil el traslado al congelador.
Lo metemos al congelador y mientras hacemos lo mismo con el chocolate con leche.




Sacamos del congelador el molde, con un tenedor hacemos unos surcos en el chocolate y vertemos con cuidado la mezcla del chocolate con leche fundido, con el fin de que no se nos mezclen las capas y quede más presentable la tarta.
Volvemos a introducirlo en el congelador y procedemos de la misma manera con el chocolate blanco.


Yo le di las buenas noches y la deje en el congelador hasta el día siguiente.


Así estaba cuando por la mañana le di los buenos días.
Procedí a desmoldar cuál tortilla de patata y elegí que la capa de chocolate blanco fuera la superior de la tarta





La decoré con unas sencillas bolitas de chocolate blanco y negro y la castigue al congelador en el portatartas hasta la hora de presentarla en la mesa.





Os aconsejo que no la saquéis del congelador hasta el momento de servirla porque si la pasáis a la nevera con demasiada antelación como hice yo pierde consistencia y como podéis observar puede empezar a desmoronarse.

Serví unas cuantas porciones y la deje reservada de nuevo en el congelador. Esta vez, cuando la repartí a los últimos invitados estaba mejor, más consistente y deliciosa, apropiada para un cumpleaños pero también de pecado mortal.








Aquí os dejo una receta que me han sugerido y he visto por la red, os aseguro que siempre sale bien, hay que elaborarla con mucho cariño y esta recomendada para todos los niños y los no tan niños, sin excepción.










miércoles, 23 de abril de 2014

Langostinos con salsa tártara Maripi

Esta es la receta de nuestra tradicional salsa que acompaña a los langostinos en la cena de Nochebuena que os comentaba en la entrada de la pescadilla rellena.





Es muy sencilla y queda muy rica, aunque es muy apropiada para acompañar los langostinos, se puede utilizar también con ensaladas, carnes, pescados, pastas, vamos que se puede comer con casi todo, está para mojar pan, nunca mejor dicho.

Como este, más o menos.


RECETA

Ingredientes (Para un vaso de batidora lleno)

aceite
2 huevos
1 cucharilla de postre bien colmada de alcaparras picadas.
1 pepinillo mediano o el equivalente picadito
1 cucharada de mostaza antigua (la que es de color marrón; de estragón)
perejil picado fresco
pimienta blanca molida

Preparación

Partiremos de una salsa mahonesa que elaboraremos según nuestro gusto y añadiremos el resto de ingredientes que la convertirán en una salsa tártara.

Cascaremos los huevos y los echaremos al vaso de la batidora, añadiremos aceite, a mi me gusta utilizar de girasol en su mayor parte porque queda más suave y añadirle también al final del proceso una parte de aceite de oliva virgen extra, este le aporta un exquisito sabor pero siempre utilizo en mayor proporción el aceite de girasol, sazonaremos y en un principio mantendremos el vaso batidor quieto unos segundos hasta que se mezcle bien y espese un poco, después añadiremos los demás ingredientes y verteremos el aceite haciendo la salsa hasta que coja el espesor deseado. Si quedará demasiado espesa podría aligerarse con zumo de limón o agua. Probamos y rectificamos de sal si es necesario.


Estos son los Agustinos, los llamo  así porque es tradición también que sean de una calidad y tamaño superior a la que normalmente utilizamos,  mis padres nos los han regalado siempre para la cena de Nochebuena, ahora lo sigue haciendo mi padre, de ahí el nombre.



 Si tenéis curiosidad, el origen de la salsa tártara es el siguiente:

El nombre de esta salsa tiene su origen en las tríbus tártaras de Mongolia aunque el término "tártaro" viene del francés y significa "crudo".


 Estos siguen persiguiendo al que se llevó la salsa.

Entre sus ingredientes principales se encuentran la mayonesa y los pepinillos. Eso sí, no hay que confundir la salsa tártara con la crema tártara. Esta última procede del ácido tartárico.


La Merkel, la confundió, pero no me sorprende demasiado, recientemente no ha sabido ubicar  Berlín en un mapa de Alemania.


domingo, 20 de abril de 2014

Mi colección rusa

Si, tengo esta pequeña colección de matrioshkas, las tradicionales muñecas rusas desde hace mucho tiempo y no recuerdo donde las compré.






Ya que os las enseño os contaré un poco su historia que me parece realmente curiosa.

Angesl en la pagina  http://educacion.uncomo.com   documenta así muy bien su origen:





Muñecas rusas procedentes de Japón


Por lo visto, las matrioskas tienen su origen en tierras japonesas y no fue hasta finales del

siglo XIX (1890 aprox.) cuando llegaron al país siberiano. Existen diversas teorías sobre la

 forma en que llegaron a Rusia: si fue durante una exhibición de arte japonés y eran una 

representación divina de Fukurokuju, si llegaron a una juguetería de Moscou como la figura de

 Fukurum y el propietario de la tienda las adaptó a la cultura rusa... O incluso encontramos

 historias sobre estas muñecas en la literatura rusa.

Lo cierto es que no fue en Rusia donde nacieron las muñecas que ahora se conocen como

 rusas, sino que fueron importadas del Japón y posteriormente adaptadas.


Pero no era de esta colección de la que quería hablaros si no de mi colección de fotos de uno de mis platos favoritos por excelencia: "la ensaladilla rusa"

Yo la prepararía casi todos los domingos, por ejemplo, y no me cansaría, de hecho la suelo preparar con mucha frecuencia.

 No os voy a aburrir con la receta porque seguro que todos sabéis prepararla, solo os diré un truco que la deja más deliciosa si cabe, al menos a nosotros nos lo parece y es el siguiente; 

Cuando  hacemos  la mezcla de los ingredientes generalmente en un bol y ponemos primero las patatas cocidas en  cuadraditos aliñamos estas antes de ponerle la mayonesa y resto de los ingredientes, les ponemos aceite de  oliva, sal y un poquitín de vinagre, mejor si queréis en vez de vinagre utilizáis limón, revolvéis bien, las  dejamos reposar con este aliño durante  un buen rato y luego añadimos el resto de los ingredientes y mezclamos con la mayonesa, pasamos a una fuente y decoramos.

 ¡ Os aseguro que queda realmente rica! 














Podríamos decir que es una ensaladilla rusa romántica, apropiada para San Valentin, por el detalle del 
pimiento rojo en forma de corazón.




  












Más trabajada en cuanto decoración, para un cumpleaños, por ejemplo





Obviamente, ensaladilla rusa de verano.

Si queréis otra versión más glamurosa, sofisticada y elegante os aconsejo que preparéis la siguiente receta 
"Rollo de ensaladilla Rusa" ;
 Haremos un brazo de gitano con la patata cocida, es decir, extenderemos la patata cocida sobre papel vegetal o paño limpio, colocaremos los ingredientes y haremos un rollo, cubriremos de mayonesa y adornaremos según gusto.








Y ahora os dejo el texto de  uno de los mejores chistes de Eugenio, humorista catalán que tan famoso se
 hizo contando uno haciendo referencia a este delicioso plato. 

"""Saben aquel que diu que va un lepero en el tren Transiberiano sin conocer a nadie, en esto que un hombre al observarlo y ver que es extranjero, se le acerca y le saluda: 
-Hello, Sir. Do you speak English? 
-¿Eh? 
-Bonjour, monsieur. Comment allez vou? 
-¿Qué? 
-Bon giorno, ¿usted parla italianno? 
-¨Diga? 
-Buenos días. ¿Habla usted español? 
-Ah, sí, sí. Bueno días 
-Un turista español... Vaya, vaya... ¿De qué parrte de España es usted, caballero? ¿De Valencia? ¿De Madrid? ¿De Aragón? ¿De Mallorca?
-Yo, de Lepe, señor. 
-¡¡¡Ohhhh!!! ¡Andalucía! Herrmosa tierra, señor. Sevilla, Granada, Córdoba, Almería, Málaga... 
-Pues sí. 
-La incomparable Giralda, los olivos, las sevillanas, la Cartuja, la Plaza de España... 
-Pues sí. 
-¡Y qué gentes! La belleza y simpatía de sus mujeres, con ese salero, con esa grracia, con ese "duende". ¡Y el cante jondo!
El andaluz, alucinando con el ruso, decide devolverle el cumplido. 
-¿Y de donde es usté? 
-Yo, de la Madre Rusia. 
-¡Ah, Rusia! Ehh...mucho ruso en Rusia, oiga... y muy emocionante la montaña rusa. ehh... y muy sabrosa la ensaladilla rusa. Y...y...y...muy bueno su cantante, Demis Ruso… ¿Y de qué parte de Rusia es usted? 
-¿Yo? De la Estepa, señor. 
-¡HOMBRE! ¡¡¡MUY BUENOS LOS POLVORONES!!!"""










domingo, 13 de abril de 2014

Pescadilla rellena paso a paso

Ahora que se acerca la Semana Santa os explico el paso a paso de la pescadilla rellena un plato muy apropiado para estas fechas que suelo hacer en casa tal cual la hacía mi madre y sus hermanas, buenas cocineras las tres.

Este plato lo probé por primera vez creo recordar en unas fiestas del pueblo de mis padres, en casa de mi tía, la hermana pequeña de mi madre, es curioso, como asociamos los alimentos, los platos, con  recuerdos sobre todo de nuestra infancia. En mi caso son siempre gratos, no recuerdo nada desagradable con respecto a la comida.

Me gustó entonces y me sigue gustando ahora, se lo vi hacer muchas veces a mi madre también aunque su especialidad eran las croquetas, gustaban a todo el mundo sobre todo a mi marido que era fan del las croquetas de su suegra que hacía con ingredientes sencillos, casi siempre de sobras cuando preparaba caldo o cocido. Les daba su toque especial que las hacía únicas e inigualables.

Sin embargo, mi otra tía tenía como especialidad la salsa tártara, una salsa tambíén muy entrañable que preparaba para toda su familia, en Navidades, para la cena de Nochebuena, como acompañamiento a los langostinos, protagonistas indispensables en el menú de ese día en nuestra familia.

Es tal la tradición que esta empezó incluso yendo de propio al pueblo solo para recogerla, elaborada por mi tía y ahora mis hermanas y yo la preparamos siguiendo su receta. Prometo dedicarle una entrada.




Aquí podéis apreciar los ingredientes del relleno;

 Jamón troceado, huevos duros y pimientos en tiras y una lata de guisantes que no aparece en la foto pero no deben faltar porque aportan ese toque de verdura y además dan colorido al relleno.





Necesitaremos una merluza o pescadilla fresca (suelo calcular 1/4 kg por persona) también puede hacerse congelada y sale igualmente rica. Le diremos al pescadero que nos la prepare abierta y sin la espina central así nos quedara lista para rellenar.

Colocamos la pescadilla abierta sobre un recipiente de pyrex o en la misma bandeja del horno, según sea el tamaño y cubrimos con los ingredientes troceados




Cosemos el pescado con hilo especial para cocinar en Carrefour he visto que lo venden o el que tengáis a mano dando las puntadas más bien largas, reservamos y preparamos la salsa.




Para la salsa necesitaremos:

- 1 vaso pequeño de aceite de oliva
- 1 ajo
- perejil troceado
- 1 vaso pequeño de vino blanco
- 1 pastilla de caldo de carne o pescado (opcional)
- pan rallado



De este no, del normal

Echaremos los ingredientes en el vaso de la batidora y mezclaremos bien, si nos quedara muy espesa podemos añadir un poquito de agua.


Espolvorearemos primeramente la pescadilla con un poco de pan rallado por encima seguidamente se vierte sobre ella la salsa que hemos elaborado y espolvoreamos de nuevo con pan rallado







Metemos a horno medio durante 20 minutos más o menos a 180º.
Si la salsa quedara espesa ya os he dicho que se le puede añadir agua y si queréis mimar el asado pues ya sabéis la regáis de vez en cuando por encima con la salsa. Esta vez se me olvidaron los guisantes que casi siempre pongo y a veces resultan un poco rebeldes pues tienden a escaparse del relleno.

Os esmeráis un poco en la presentación ya que la receta es un poco laboriosa y si habéis llegado hasta aquí  no os olvidéis de retirar el hilo antes de servirla no sea que alguien  se atragante con éste y os carguéis algún comensal.



¡¡¡Es realmente exquisita!!!

jueves, 10 de abril de 2014

¿Conocéis a Panko?

Seguro que habéis oído hablar de él, podría ser este perro tan bien educado, pero no es el caso



me estoy refiriendo a un pan rallado procedente de Asía que se ha puesto muy de moda últimamente utilizarlo en cocina como todo lo japones ya que Japón y su gastronomia sobre todo están triunfando cada vez más en todo el mundo. Es este, yo lo adquirí en Hipercor, también lo he visto en Corte Inglés.



Las grandes superficies apuestan desde hace tiempo por elaboraciones exóticas japonesas como el sushi, por ejemplo, si os habéis fijado Carrefour desde antes de Navidad cuenta con un stand en donde cocineros orientales lo preparan con gran maestría y rápidez.


En cualquier supermercado encontramos la típica salsa de soja y en otros que cuentan con departamentos más especializados tenemos a nuestra disposición productos tales como brotes de bambú, arroz especial para sushi, alga nori, fideos chinos, vinagre de arroz, salsa teriyaki, wasabi  y otros muchos.



Normalmente, todos ellos los hemos ido conociendo  a través de los restaurantes chinos, y "Woks" que últimamente se han ido extendiendo por casi todos barrios de la ciudad donde es típico degustar la gastronomía japonesa en modalidad de buffet libre.

Mi experiencia con este tipo de restaurantes en Zaragoza te hace darte cuenta de que una ya esta un poco entrada en años, calculo que la primera vez que fui a un chino fue con mi novio entonces, ahora marido, y de ello hace ya la friolera de treinta años.

Estaba por el centro, en la calle María Lostal, creo recordar, fue un espacio que se puso de moda por aquella época en donde el tipico menú chino consistía en ensalada china, arroz tres delicias y ternera en salsa de ostras fundamentalmente, recuerdo que por aquel entonces nos parecia todo de lo más exótico y sorprendente.

Estaba decorado con farolillos chinos rojos a tutiplén, fuentes, grullas enormes dragones dorados, pagodas... con la música ! ay la música! para un ratico corto bien pero si te alargabas en la sobremesa resultaba pesadica y machacona,  eso sí te ibas muy contento porque te invitaban a sake que por aquel entonces no gustaba a nadie pues era super soso y seco de lo cual muy inteligentemente tonmarón nota y lo adaptaron al paladar español endulzando dicho licor y haciendolo mas parecido a nuestro moscatel,  podríamos decir, además te regalaban según la estación del año un calendario o un abanico.


 Estos son más recientes, pero yo todavía conservo alguno de aquella época.

Sin embargo ahora parece estar de moda la cocina japonesa ( nada que ver con la china) es baja en grasa de presentación muy vistosa, utiliza los productos de temporada más frescos, los métodos de cocción son generalmente el hervido, a la plancha, al horno, a la parrilla o al vapor por lo tanto al no utilizar grasas añadidas resulta de lo más sencilla, natural y sana.

 A mi particularmente ahora, me resulta deliciosa, es verdad que al principio, por ejemplo, no me atraía demasiado el sushi pues lo encontraba algo insípido pero a médida que lo he ido probando y descubriendo la gran variedad de combinaciones de alimentos frescos que tiene con un ingrediente básico como es el arroz aderezado todo ello con salsas y especias, he empezado a apreciar el delicioso sabor de esta tipica elaboracion japonesa y sobre todo me he puesto a experimentar cocinando que es lo que más me divierte.

Esta receta de Daniel Iranzo nos enseña como preparar unos langostinos empanados en una salsa muy particular tipo orly  fritos en brochetas acompañados con una mayonesa de pera, a este chef aragonés del cual soy fan le encanta los productos japoneses como el panko y otros muchos y suele preparar aliolis o mayonesas en las que incorpora frutas frescas y a veces también frutos secos que pueden sorprendernos si nunca hemos salido de la preparación de la mayonesa casera tradicional.

Como la hice el otro día y nos gustó mucho paso a poneros su receta tal cuál la redacta aunque yo la hice con la mitad de los ingredientes, os intercalo fotos para que veaís que es sencilla.

Esta fue su presentación del plato


Ahora os pongo su receta:

LANGOSTINOS AL ROMESCU CON MAYONESA DE PERA

Ingredientes para cuatro personas:

12 langostinos, 8 cucharadas de salsa romescu, 100 g de panko y 3 huevos.
Para la mayonesa de pera, 1 huevo, 3 partes de aceite de girasol, 1 parte de aceite de oliva virgen extra, zumo de limón, 1 pera conferencia, harina, perejil picado, además, sal y pimienta negra.


(Añadí un huevo más a la mezcla para el empanado que no aparece en la foto)

Elaboración de la salsa de acompañamiento:

Hacer una mayonesa muy espesa con 1 huevo, 3 partes de aceite de girasol, 1 parte de aceite de oliva virgen extra y un chorrito de zumo de limón.
Aparte, pelar y limpiar la pera y picarla muy fina. Añadir a la mayonesa y mezclar bien, y quedará más jugosa y líquida.

(Esta salsa puede ser opcional, cuando hice los langostinos se me hizo un poco tarde y los comimos sin salsa y estaban muy buenos igualmente, sin embargo como sobraron unos cuantos me decidí a prepararla al otro día para acompañarlos y probarla de paso, nos gusto el sabor diferente que le otorga la pera y el contraste con el empanado, como no me gusta tirar nada en cuanto a comida se refiere, terminamos el sobrante de salsa con un bacalao cocinado al vapor que le dio la gracia que le falta al bacalao fresco pues para mi gusto es un pescado un tanto soso)

Elaboración del empanado de los langostinos:

Por otro lado, mezclar con varilla la salsa romescu con el panko (pan rallado) y los huevos. Añadir panko poco a poco y seguir mezclando para hacer una especie de salsa orly para rebozar.







Pasar los langostinos por harina y embrochetarlos. Rebozarlos en la mezcla romescu y freír en aceite de oliva bien caliente.





Escurrir y secar en papel de cocina. Colocar en vasos de chupito la mayonesa de pera y dentro la brocheta de gambón al romescu.

Así es como presenté estos ricos langostinos con el delicioso sabor que nos recordó al rebozado secreto que utilizan algunos bares que no se si tendra que ver algo con este, donde triunfan las tapas tan conocidas como el huevo con gamba, los pimientos rellenos rebozados, langostinos, etc.