Si te preocupa la dieta y no quieres engordar esta es la carne ideal, perfecta diría yo, pues contiene menos grasa que la del pollo, no tiene colesterol, es nutritiva, no engorda y aporta una gran cantidad de proteínas.
Recuerdo que cuando era pequeña, este animal, el pavo, me impresionaba, sobre todo por su gran tamaño y plumaje además de sorprenderme considerablemente con ese sonido tan característico y repetitivo que emite... gluglú... gluglü...gluglú
Hasta hace algunos años el pavo solía comerse en Navidad o en días señalados de fiesta, era el protagonista principal en muchos menús, sobre todo, cocinado relleno, hoy en día la carne de pavo esta totalmente comercializada la podemos encotrar presentada de muchas maneras como pavo natural, ahumado, en jamón, bistec, pechuga de pavo, muslos, osobuco, patorra, en paté, etc.
Para esta receta necesitamos chuletas de pavo que no dejan de ser los enormes muslos que tiene este animal, troceados.... para una bandeja de un kilo necesitamos; una cabeza de ajos, 100 ml de aceite, 50 ml de soja, una cebolla, sal, pimienta, si la bandeja es de 1/2 kg o así reducimos los demás ingredientes a la mitad. Podemos acompañarlo con patatas u otras verduras.
Preparamos previamente un adobo majando los ajos con la sal, la pimienta, la soja y el aceite, mezclando todo bien. Extendemos las chuletas en un recipiente y salpimentamos de nuevo, cubrimos por entero la carne de ave con la mezcla dejando reposar todo junto durante una o dos horas tapado en la nevera.
Aunque la receta original es con salsa de soja, a mi particularmente me gusta más utilizar salsa perrins, también conocida como salsa worcester o salsa inglesa, le aporta un aroma y un delicioso sabor a la carne de pavo, enriqueciéndola considerablemente.
Mientras tanto, lo que suelo hacer es acompañarlas con patatas, intento elegirlas más bien de tamaño pequeño y una vez peladas y lavadas las troceo en rodajas de 1 cm más o menos.
Me gusta cocinarlas previamente en el microondas, al igual que el puré de patata pues gano en tiempo de cocinado y me resulta cómodo y limpio;
Primero pongo 3 o 4 patatas en rodajas extendidas en un plato sazono y las riego con un poquito de aceite, y espolvoreo con perejil fresco o seco picádito, revuelvo para que se impregnen todas por igual y las introduzco en el micro durante 10 minutos a 800 w de potencia.
Segundo, compruebo con una brocheta o palillo la textura de la patata, la pincho y atravieso sin dificultad al igual que cuando comprobamos si esta hecho o no un bizcocho. Si quedan duras las pongo unos minutos más al micro pero como suelen ser pequeñas están en su punto.
Extiendo papel de horno sobre una bandeja rustidera que tiene ya sus años pero me es muy práctica, para cocinar con cantidades más pequeñas, además recuerdo, que no fue muy cara y enseguida se hornean los alimentos, vierto el liquido del aliño que han soltado las patatas sobre el papel de horno y coloco estas encima, acoplo la rejilla y sobre esta las chuletas
Tercero, introduzco en el horno unos 10 minutos por cada lado a media altura a 190 grados en posición arriba-abajo.
Y a disfrutar...!!!! Están muy ricas, de hecho, un sobrino mío las denomina "chuletas de ternasco con alas"... ja...ja...ja...me encanta el término.
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