Necesitamos una morcilla, una cebolla y un calabacín pequeño o medio grande, dos huevos; uno para el relleno y otro para pintar la pasta brick,si tenéis de codorniz es suficiente para pincelar la pasta, una cucharada de maizena, sal y pimienta.
Cortamos la cebolla y calacín en brunoise o por lo menos lo intentamos, es el corte en daditos regulares de entre 1 y 3 mm de lado, se considera una de las técnicas de corte a cuchillo más difíciles porque es importante que todos los daditos tengan el mismo tamaño tanto para que la cocción sea homogenea, como para la presentación que ofrecerán en el plato, sobre todo cuando se trocean en brunoise ingredientes que se apreciarán a primera vista y en el paladar, en el caso de una pipirrana por ejemplo, o para un relleno, con el que tengamos que utilizar manga pastelera, de esta manera no se nos atascará el relleno si los ingredientes estan muy picaditos.
Con esta receta podemos entrenarnos con el cuchillo a realizar dicho corte, puesto que, no es necesario que nos salga perfecto ya que va ir dentro de una hoja de pasta brick, pochamos primero la cebolla en una sartén con aceite y una vez pochada añadimos el calabacin y seguimos cocinando.
Quitamos la piel a la morcilla y la deshacemos
La añadimos a la sartén y la mezclamos bien con la cebolla y calabacín. Salpimentamos al gusto. Añadimos una cucharada de maizena y mezclamos bien, si la morcilla esta fría puede que tarde más en deshacerse, utilizamos el chafapatatas si es necesario
Retiramos del fuego, añadimos el huevo, removemos para que se integre en la mezcla y pasamos a un recipiente con tapa para que se entibie, además de servirnos para poder guardar la mezcla para otras elaboraciones como croquetas o tostas, en el caso de que nos sobre, o también, podemos elaborar el relleno el día anterior y utilizar solo una parte .
Precalentamos el horno a 180 grados y vamos separando las hojas de brick dejandolas listas para rellenar, es conveniente aportar humedad a las láminas pues tienden a resecarse con rápidez, para ello podemos separar el papel que las protege y colocar encima un trapo húmedo, aunque yo lo que hago es mojar un pliego doble de papel de cocina, lo escurro y extiendo sobre las láminas de masa brick que me van quedando a médida que voy rellenando en triangulos, rollitos, saquitos, o la forma que sea.
En cuanto a la forma me gusta experimentar diferentes plegados y la verdad es que no me importa que salgan desiguales así te da opción a elegir uno más pequeño o grande, en rollito o en triangulo. Utilicé una lámina redonda para cada porción, doble a la mitad y doble hacia el centro la parte redonda
Coloqué el relleno y doble una punta hacia la derecha luego hacia la izquierda y así sucesivamente hasta terminar la lámina
Pincele de huevo batido para pegar el último doblez
También podemos hacer rollitos; una vez doblada la lámina a la mitad colocamos el relleno en un extremo, empezamos a enrollar, a mitad de enrrollarlo metemos los laterales hacia el centro y acabamos de enrollar utilizando el pincel con huevo batido para pegar los dobleces.
Colocamos los bricks en la bandeja con el horno precalentado horneamos durante 8 minutos o hasta que veamos que están dorados.
Sacamos del horno, emplatámos y a comeeeeerrr!!!!!
Eso sí, es conveniente hacer los que nos vayamos a comer ya que si sobran no conservan el crujiente y pierden esa textura tan rica pasando a estar gomosos en unas horas.
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