domingo, 5 de abril de 2015

Conejo en salsa de avellanas







Ya sabemos que la carne de conejo tiene un gran valor nutritivo, en cuanto a minerales destaca sobre el resto de las carnes por su elevado contenido en potasio. También destaca su contenido en fósforo y calcio aunque en cuanto al aporte de sodio, este, es más bien moderado.
Destacan también las vitaminas del grupo B, en especial la B3 y la B12.

Quizá desconozcamos que las avellanas tienen propiedades afrodísiacas, ademas de sus cuantiosas propiedades nutricionales. En muchas culturas se ofrecen a los novios como parte del banquete de boda por su eficacia como afrodísiaco.

Las avellanas son una excelente fuente de magnesio, calcio, acidos grasos, vitaminas; E, B1, B6,B9,
potasio, fósforo, hierro, zinc y además son ricas en fibra, entonces ¿Qué más se puede pedir?

Vamos pues a beneficiarnos de esta combinación culinaria, podríamos decir, y cocinar el conejo de manera sencilla con una rica salsa de avellanas.

Paso a explicaros como lo hago yo.

Una vez limpio y troceado el conejo procedemos a salpimentarlo.



Sofreímos los trozos de conejo en una sarten con aceite y jamón serrano en tiras.


Una vez frito lo pasamos a una cazuela.
En el mismo aceite pochamos una cebolla troceada junto con una hoja de laurel.


Mientras tanto preparamos el caldo vegetal o de ave en el microondas o utlizamos el que tengamos reservado para la ocasión.

Echamos unos cien gramos de avellanas en el mortero y machacamos estas junto con un ajo picadito




Cuando nos quedan prácticamente trituradas reservamos




Hay quien utiliza el hígado para confeccionar la salsa, simplemente se tritura una vez frito junto con los demás ingredientes que tenemos en el mortero, ajo y avellanas, y se procede de la misma forma.

Esto va en gustos, como es un bocado que gusta mucho en casa no suelo utilizarlo para elaborar la salsa, entre otras cosas porque la mayoría de las veces desaparece de la cazuela como por encanto sin haber finalizado la receta.

Cuando  la cebolla este doradita la agregamos a la cazuela y removemos.



 Finalmente agregamos la picada de ajo y avellanas que teníamos reservada y cubrimos por entero el conejo con el caldo caliente, vegetal o de ave, o simplemente agua.

Dejamos que cueza lentamente todo junto una media hora.







A mí personalmente, es como más me gusta, quizá tenga mucho que ver que así lo preparaba mi madre.



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