domingo, 26 de abril de 2015

Navajas a la plancha






 Unas navajitas a la plancha resultan ideales para empezar con la consabida operación bikini de todos los años que en mi caso acaba como he comentado en alguna otra ocasión como el chiste " con el inevitable ensanchamiento del bikini".

Normalmente todo lo que está muy rico engorda, pero no es el caso ya que estos moluscos tan peculiares  contienen muy poca cantidad de grasa y aportan menos de 120 calorías por cada 100 gr de ración comestible, resultan además,  una fuente modesta de vitaminas B, A y D, también destacan por su aporte de minerales como el hierro y sodio.

Quizá deberíamos limitar su consumo como máximo a dos veces por semana si nuestro indice de colesterol no es demasiado bueno. Pero como todo, sin abusar seguro que son del todo saludables.

Bueno, lo primero de todo es lavarlas muy bien, para eliminar la suciedad y restos de arena que puedan tener, ya que pasan la mayor parte del tiempo enterradas en la arena en posición vertical pudiendo llegar hasta 50 cm. de profundidad y resulta desagradable esa sensación arenosa en la boca si no quedan perfectamente limpias.

Bueno, ni que decir tiene que procuraremos comprarlas lo más frescas posible, para limpiarlas lo ideal es dejarlas en un recipiente con agua marina durante al menos 2 horas.

Como a mi el mar me pilla un poquito lejos lo que hago es ponerlas en un recipiente amplio, en este caso una jarra grande, la cual lleno de agua fría con dos cucharadas de sal gorda.

Es conveniente sumergirlas en posición vertical, para que vayan soltando mejor la arena y esta quede en el fondo, las mantengo de esta forma durante varias horas.





Una vez pasado este tiempo hay que escurrirlas bien




Podemos incluso secarlas un poquito con papel de cocina antes de depositarlas en la plancha para cocinarlas.

Preparamos una picadita de ajo que pueden ser dos y dos ramas de perejil junto con un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal gorda.

Pincelamos la plancha con esta salsita y cuando esta suficientemente caliente las depositamos en la plancha y salseamos por encima




Cocinamos brevemente hasta que se abran y servimos inmediatamente




domingo, 12 de abril de 2015

Rollitos de primavera








Marchando cuatro rollitos de primavera!!

Vamos a elaborar los rollitos con ingredientes tradicionales de carne y verduritas.

Me gusta esta pasta china, en concreto, ya que es muy moldeable, se trabaja muy bien y no se rompe.
Yo suelo utilizar dos láminas por rollito porque son finitas y el resto lo congelo para otras ocasiones.
Lo adquiero en una tienda especializada de alimentación china, esta marca solo la he visto alli.





Empezamos preparando el relleno que constara de verduras, básicamente zanahoria col de hoja y cebolla, todas ellas troceadas menuditas y carne picada 



Cuando las verduras están casi cocinadas agregamos la carne picada salpimentamos todo el conjunto y removemos




Cocinamos durante tres o cuatro minutos removiendo con la cuchara.

Una vez que se ha mezclado y pochado todo el conjunto, dejamos enfriar para que al rellenar la mezcla este templada y lo mas seca posible, si no es así corremos el riesgo de que la oblea se reblandezca y al freírla seguidamente no quede crujiente.



Colocamos dos láminas juntas que humedeceremos ligeramente pincelándolas con agua para poder trabajar mejor y acto seguido colocamos el relleno 




Hacemos los rollitos como vemos en las fotos, 




Pincelamos con agua al terminar de enrollarlos para que sellen bien y no se abran con la fritura



Freímos en una sartén con abundante aceite




Dejamos los rollitos sobre papel de cocina para que escurran el exceso de aceite y servimos.




Podemos abrirlos a lo largo y comerlos con salsa china agridulce y acompañarlos con una rica ensalada china



Si os gusta la comida china quedan también muy ricos hechos en casa y son super fáciles de hacer.













domingo, 5 de abril de 2015

Conejo en salsa de avellanas







Ya sabemos que la carne de conejo tiene un gran valor nutritivo, en cuanto a minerales destaca sobre el resto de las carnes por su elevado contenido en potasio. También destaca su contenido en fósforo y calcio aunque en cuanto al aporte de sodio, este, es más bien moderado.
Destacan también las vitaminas del grupo B, en especial la B3 y la B12.

Quizá desconozcamos que las avellanas tienen propiedades afrodísiacas, ademas de sus cuantiosas propiedades nutricionales. En muchas culturas se ofrecen a los novios como parte del banquete de boda por su eficacia como afrodísiaco.

Las avellanas son una excelente fuente de magnesio, calcio, acidos grasos, vitaminas; E, B1, B6,B9,
potasio, fósforo, hierro, zinc y además son ricas en fibra, entonces ¿Qué más se puede pedir?

Vamos pues a beneficiarnos de esta combinación culinaria, podríamos decir, y cocinar el conejo de manera sencilla con una rica salsa de avellanas.

Paso a explicaros como lo hago yo.

Una vez limpio y troceado el conejo procedemos a salpimentarlo.



Sofreímos los trozos de conejo en una sarten con aceite y jamón serrano en tiras.


Una vez frito lo pasamos a una cazuela.
En el mismo aceite pochamos una cebolla troceada junto con una hoja de laurel.


Mientras tanto preparamos el caldo vegetal o de ave en el microondas o utlizamos el que tengamos reservado para la ocasión.

Echamos unos cien gramos de avellanas en el mortero y machacamos estas junto con un ajo picadito




Cuando nos quedan prácticamente trituradas reservamos




Hay quien utiliza el hígado para confeccionar la salsa, simplemente se tritura una vez frito junto con los demás ingredientes que tenemos en el mortero, ajo y avellanas, y se procede de la misma forma.

Esto va en gustos, como es un bocado que gusta mucho en casa no suelo utilizarlo para elaborar la salsa, entre otras cosas porque la mayoría de las veces desaparece de la cazuela como por encanto sin haber finalizado la receta.

Cuando  la cebolla este doradita la agregamos a la cazuela y removemos.



 Finalmente agregamos la picada de ajo y avellanas que teníamos reservada y cubrimos por entero el conejo con el caldo caliente, vegetal o de ave, o simplemente agua.

Dejamos que cueza lentamente todo junto una media hora.







A mí personalmente, es como más me gusta, quizá tenga mucho que ver que así lo preparaba mi madre.